"No te conozco, pero ya me ilusiono.
No he hablado contigo, pero no quiero parar de escucharte.
No me habrás visto, pero yo te he contemplado como a nada en este mundo.
No se nada de ti, y quiero saberlo todo."
Estos son los estúpidos pensamientos que me vienen a la cabeza antes de conseguir conciliar el sueño, y digo estúpidos porque son parte de una mala costumbre que es ilusionarme y imaginarme cosas que quiero aun si saber si voy a poder alcanzarlas. Y luego cuando finalmente la realidad me golpea, lo hace con mayor fuerza, porque destroza toda esta ilusión y todas estas ganas de tener algo.
Pero aun así esto es parte de mí, y es algo con lo que tengo que lidiar e incluso utilizarlo como fuerza para conseguir lo que quiero y que no se rompa todo frente a mí.
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