jueves, 14 de julio de 2011

Memoria

Las fechas bailan en mi cabeza, tengo mala memoria, lo reconozco. Mis recuerdos se presentan como pequeños flashes sin fecha alguna. A veces desearía poder hacer como otros que tienen casi cualquier recuerdo fechado con hora y día concreto, pero la gran mayoría del tiempo no soy capaz de colocar un recuerdo en una época concreta.
Pero a pesar de eso, de no saber decir con exactitud cuando algo ocurrió, si soy capaz de recordar pequeños detalles de esos recuerdos.

Como ya he dicho no puedo decir exactamente la fecha y hora, pero si recuerdo que era una tarde de este mes, hace un año. Recuerdo un paseo por el casco antiguo de una ciudad, una ciudad coronada de blanco y rojo y con un toque musulmán. Las calles estaban asfaltadas de rocas, como esas calles antiguas de mi ciudad, esas calles por las que solo puedes andar con calzado plano; a la derecha un pequeño canal del curso de un río, y en él, pequeños felinos negros que recorrían sus orillas.

Pero este paisaje es demasiado idílico y dulce como para recorrerlo solo, ¿no creéis? Indudablemente no me encontraba solo, me acompañaba la que por entonces era una amiga inesperada a la cual ahora quiero más que nada porque ya no es solo mi amiga, sino también con quien estoy compartiendo mi días y con quien quiero pasear por más ciudades y convertirlos en recuerdos que no seré capaz de fechar pero si de recordar.