lunes, 22 de abril de 2013

Se acabó el romanticismo

Creo que ya es momento de dejar de lado esa visión del mundo tan idealizada, tan romántica, y de mostrar de una vez que es de verdad lo que se oculta tras esas palabras bonitas y dulces. Se acabaron los adjetivos sobre la belleza y el amor, al fin y al cabo, en esta época se acabó el romanticismo.
Lo que de verdad quiero es cruzarme contigo en la calle, y que sin ni siquiera llegar a conocernos y saludarnos, me acerque a ti, te mire a los ojos y te bese como nunca te han besado en tu vida. Que sientas todos estos sentimientos acumulados, toda esta pasión que se encuentra dentro de mi. Entonces no serás capaz de mediar palabra y tus labios serán los que hablen por ti.
Te apartaré de la multitud, no nos importará nadie más que nosotros. Acariciaré tu pelo, mordisquearé tu cuello, te sentiré temblar, notaré tu piel estremeciéndose y tu vello erizarse y sabré entonces que no querrás que me detenga ahí.
Mis dedos comenzarán una travesía, el destino: indefinido, el camino: cada centímetro de tu piel. Disfrutaré de recorrer tu espalda, de tus suaves pechos, de tus firmes caderas y tus esbeltas piernas. Te susurraré al oído y sentiré cada gota de sudor que caiga de tu cuerpo. Te haré temblar y escucharé tus gemidos, que serán el mejor sonido que pueda escuchar. Mi única satisfacción, tus miradas de placer y ese gesto mordiéndote el labio que me encanta.
Pedirás más y más, y yo te lo proporcionaré; mis manos, mis labios, todo en mi te pertenece. Tan solo tienes que cruzarte frente a mi y sonreírme.


miércoles, 10 de abril de 2013

Sueño recurrente

Me prometí a mi mismo no volver a esta temática, pero es que incluso mi subconsciente parece querer orientarme en esa dirección, ya que ni siquiera en los sueños me deja tranquilo. Es normal que una persona sueñe, que tenga sueños absurdos y surrealistas, pero no creo que sea normal tener siempre una parte del sueño siempre en común todas las noches.

No creo en la interpretación de los sueños ni que éstos sean un anhelo de deseos ocultos ni nada parecido, pero aun así lo voy a contar.

No importa la temática del sueño en si, siempre acabo volviendo al mismo punto: me encuentro frente a una chica, no tiene un rostro definido, por lo que no podría identificarla ni relacionarla con nadie, pero lo que si se es que estoy contento, feliz, pero al mismo tiempo nervioso y excitado. La saludo con el característico gesto de dar dos besos, pero una vez termino la miro y me lanzo a besarla. Lo que cabría esperar es una reacción de rechazo, pero no es lo que ocurre, en el primer sueño me mira con asombro y yo solamente me disculpo. En los siguientes ella continúa besándome sin reparo y con pasión.

Al despertar solo consigo recordar esos pequeños fragmentos y una sensación de felicidad y placer que hacía tiempo que no sentía. Lo peor es que parece que no puedo evitar soñarlo y que al fin y al cabo, es solamente un sueño...