jueves, 21 de junio de 2012

Postre

Hoy me han puesto el mejor ejemplo que podía escuchar, la diferencia en la forma de pensar de un niño con respecto a un adulto en base a una comida.
Para un adulto, la comida consta de un primero, un segundo y por último, si eso, un postre. Cada uno de los platos utiliza sus cubiertos correspondientes y sus normas a la hora de comer.
Para un niño, la comida tiene que ser preferentemente un postre, y si puede ser, ya. Da igual los primeros platos, lo importante es disfrutar de lo que te gusta, y eso es, el postre. No importan tampoco las normas ni la espera.

Pues ahora imaginaros por un momento a una persona cualquiera, que toda su vida ha pensado como un adulto, siguiendo y cumpliendo las normas. Ahora imaginaros que de repente el niño que todos tenemos decide que ya es hora de dar la cara, que basta de normas y primeros platos, que quiere el postre y lo quiere ya. Pero al mismo tiempo, el pensamiento adulto está ahí para dar el toque de lógica y razonamiento.

Intentad ver la lucha continua de esa persona y de como no es capaz de hacer lo que debe ni tampoco es capaz de disfrutar de hacer lo que quiere porque siempre tiene al lado opuesto haciéndole ver que no es correcto o no quiere hacer lo que está haciendo.

lunes, 18 de junio de 2012

Arrepentimiento

Se que no debería, pero así lo siento.
Me arrepiento, me arrepiento de tantas cosas que no tendría hueco para exponerlas todas, me arrepiento de todo aquello que he hecho y que me ha llevado a donde estoy ahora.
Desearía poder cambiar el pasado y elegir el otro camino, o por lo menos poder ver como sería mi vida si no hubiera tomado esa decisión.
Pero no tengo fuerzas, no tengo fuerzas para cambiar lo que soy ni lo que hago.
Solo me limito a ver el día a día.

viernes, 15 de junio de 2012

Beso

Un sueño nuevamente, ¿un anhelo por casualidad? puede ser.
Una chica que me acompaña, coge mi mano y dulcemente la acaricia.
Unas palabras salen de su boca y una sonrisa se dibuja en sus labios.
Mis manos agarran sus mejillas, la acerco suavemente a mí y nos besamos.
Un beso tan apasionado que revuelve todo mi ser, algo que sólo podría ocurrir en un sueño.
Me despierto y me doy cuenta de que no es real, pero no puedo dejar de pensar en lo que ha pasado.
¿Qué es lo que quiere mi corazón? ¿Qué es lo que deseo? ¿La deseo a ella en concreto o solo es un ideal?

Desde entonces no soy capaz de eliminarte de mi cabeza, estás allí donde voy, te imagino a mi lado, sueño con nosotros, pero claro, es solo eso,... un sueño.

Quiero hablarte, quiero decirte tantas cosas, quiero sacar todo esto que guardo dentro de mi para que puedas verlo y sentirlo. Pero eso no es suficiente, quiero que sientas lo que yo siento, que compartas tu corazón conmigo, que seamos una sola cosa, juntos los dos.